Este proyecto, de la cosechadora de cereza es un ejemplo del dicho: "No hay mal que por bién no venga".
Surgió a partir de dificultades con el calibrador de cereza. El usuario principal de la línea, René Vidal, estuvo muy contento con su funcionamiento, y sus clientes también. Pero me dijo que no podría comprar la línea porque yo estaba solo, y así no podría ofrecer un soporte técnico sólido. René tiene razón, pero igual generó mucho cuestionamiento; qué hacer? Hay orgullo propio; muchos años trabajando en ella; la única línea hecha en Chile.
Conocidos en la industria hablaban de lo saturado que es el mercado, del concepto del 'oceano rojo' lleno de tiburones, versus el oceano azul donde no hay mucha competencia. Y de estas dudas, surgió el proyecto de la cosechadora. Con un par de intentos, fue apoyado por FIA.